La llaman "la piedra inteligente o el "agujero negro" por sus
propiedades de atracción de energía electromagnética. Una de las
características de este mineral es la de neutralizar la información
negativa que llega a nosotros a través de las ondas electromagnéticas de
los aparatos que nos rodean, de manera que estabiliza nuestra energía
corporal. Ejerce de escudo protector de energías perturbadoras, ondas
electromagnéticas, el wifi, ordenadores, microondas, etc... Realinea
los cuerpos energéticos, impide que nos penetren energías de los demás y
también evita la descarga de la nuestra propia. Simplemente con
llevarla en el bolsillo o como colgante en el pecho, opera en nosotros
un trabajo instantáneo para “reencontrar el norte”.
Dada su estructura molecular (fulerenos) se le atribuyen poderes curativos, ya que elimina los radicales libres, elimina las toxinas del cuerpo, armoniza el metabolismo celular, así como su sanación y regeneración. Alivia dolores. En el terreno metafísico, armoniza los chakras y el aura.
No necesita ser limpiada, ella sola se regenera, si se moja se oxidará, pero no perderá por eso, sus propiedades.
La Shungit no es un medicamento, es un armonizador de nuestro organismo; no cura, sino que reactiva nuestra propia inteligencia celular, por lo que somos nosotros mismos los que nos curamos.
Dada su estructura molecular (fulerenos) se le atribuyen poderes curativos, ya que elimina los radicales libres, elimina las toxinas del cuerpo, armoniza el metabolismo celular, así como su sanación y regeneración. Alivia dolores. En el terreno metafísico, armoniza los chakras y el aura.
No necesita ser limpiada, ella sola se regenera, si se moja se oxidará, pero no perderá por eso, sus propiedades.
La Shungit no es un medicamento, es un armonizador de nuestro organismo; no cura, sino que reactiva nuestra propia inteligencia celular, por lo que somos nosotros mismos los que nos curamos.
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